Semana 14
Jovana descubre a Imanol y Marina en pleno beso; entonces estalla de coraje, creyéndose traicionada. Jovana da por terminada su amistad con Marina y luego se retira. Momentos después, Marina dice a Imanol que él tiene la culpa del enojo de Jovana; entonces Imanol responde que la culpable de todo es la propia Marina, pues no puso en claro sus sentimientos desde el principio, ni fue sincera con su mejor amiga. Marina, lastimada, declara que detesta a Imanol, que le gustaría se fuera y se casara lo más pronto posible con Bárbara. Imanol queda muy dolido; despechado, le dice a Bárbara que ahora más que nunca quiere casarse con ella.
Los padres de Olivia insisten que ésta les dé el teléfono de su novio, para obligar al muchacho a que se case con ella; Olivia se niega, terminante. Mientras tanto, Fher explica a Demián cómo vender el "éxtasis", así como los cuidados que debe tener al distribuirlo (pues las pastillas están adulteradas y si se exceden las dosis, el usuario puede morir).
Claudio confiesa su amor a Emilia, pero ésta lo rechaza, diciéndole que no siente nada por él; aunque no lo menciona, la muchacha sigue afectada por su rompimiento con Antonio. León no puede soportar ver en ese estado a su hermana y decide tomar cartas en el asunto; pero debido a una mala información del Morrito, León cree que Emilia está deprimida por culpa de Imanol y que fue él quien jugó con su hermana. Momentos después, León llega a casa de los Iturriaga, vociferando contra "el patán que jugó con Emilia". Antonio cree que se refieren a él y casi muere del susto, conteniéndose lo más posible para no delatarse.
Emilia llega a casa de los Iturriaga justo cuando León está armando un escándalo contra Imanol (y no de Antonio, que estuvo a punto de echarse de cabeza); Emilia, mintiendo, declara frente a todos que "nadie de esa familia tiene que ver con el que era su novio", para alivio de Antonio. León se da cuenta del malentendido que provocó y ofrece disculpas. Emilia se molesta con su hermano por haber actuado de forma tan agresiva, aunque fuera para defenderla.
Catalina acude al colegio de Jovana para pedirle a Sebastián que la esperen con las colegiaturas de las niñas, en lo que Esteban sale de la cárcel. Inés llega en ese momento y dice que ella pondrá de su sueldo para pagar las mensualidades; pero Catalina se niega terminantemente a recibir algo de Inés. Para acallar la discusión, Sebastián les aclara que mientras se resuelve el problema, el instituto absorberá los pagos.
Carlos (el papá de Olivia) le dice a la muchacha que lo mejor es que ella aborte. Olivia se niega rotundamente, pues ella mantiene la esperanza de que el padre del niño responderá. Mientras tanto, Demián exige a Priscila que lo ayude a vender las "pastas" de éxtasis, para así recuperar el millón de pesos que perdieron; el junior argumenta que ella se ha convertido, quiérase o no, en su cómplice. Añade que ella, por si fuera poco, estuvo involucrada en la confusión que provocó la pérdida del portafolios con heroína y el arresto de Esteban. Priscila se ve forzada a seguir el juego de Demián.
Catalina acude con Diego con la intención de pedirle otro préstamo, pues necesita pagar la fianza de Esteban; Diego dice que puede cederle una parte del dinero, siempre y cuando Catalina acepte trabajar en la industria "del desnudo artístico" junto con Jovana. Catalina, indignadísima, se niega a involucrarse en tales actividades. Sale muy asustada de la oficina de Diego.
Preocupados por la situación de Emilia, Conrado y León acuden a la Agencia "Alfaimagen" (para ver si de esa manera dan con el "novio" que engañó a la muchacha). En eso, llega Emilia acompañada de Antonio. León y Conrado palidecen al descubrirlos, pues todo parece indicar que Antonio es al que andan buscando.
Emilia y Antonio, presas del nerviosismo al verse "descubiertos", disimulan ante Conrado e hijo; actúan con tanta naturalidad como pueden, pero la duda ha quedado sembrada en León y su padre. Momentos después, Ana se encuentra a Antonio en la entrada de "Alfaimagen" y éste pretexta que pasó por ella, para ver si salían juntos.
Imanol va a buscar a Jovana al café "De la Luna" para explicarle cómo sucedieron las cosas con Marina, y aclararle que nunca pretendieron engañarla. Jovana ya no sabe a quién creerle. Más tarde, Catalina va a casa de los Iturriaga y pide dinero a Imanol que, apenado, explica que aún no recibe el dinero de la herencia, pero que en cuanto esto ocurra, le prestará. Catalina comienza a darse cuenta que no hay manera de obtener el dinero para pagar la fianza.
En otra parte de la residencia Iturriaga, el abuelo Fernán dice a Andrea que quizá algún día Demián se encuentre con Iván, su padre; Andrea, nerviosa, replica que eso no ocurrirá nunca, pues Demián siempre ha creído que Iván está muerto. Mientras tanto, el junior pide a Olivia que lo ayude a vender las pastillas de "éxtasis", con el pretexto de que con ese dinero van a poder mantener al hijo de ambos. Olivia queda desconsolada al ver la clase de "soluciones" que su novio está aportando.
Inés y Jovana, comedidas, se ponen de acuerdo para hacerla de "cupido" con Priscila y la Iguana. Los citan por separado en el departamento de la tía y luego los dejan a solas. Ahí, Priscila trata de evadir al cholo, pero éste le pide que de una vez por todas diga qué siente realmente por él. Priscila no sabe qué responder. A unos cuantos metros de ahí, León se encuentra con Demián (en la entrada del departamento), el asunto se calienta y van a enfrentarse a golpes cuando Demián saca una navaja, amenazante.
Inés llega justo cuando León y Demián pelean. Este último hiere a León en el brazo con la navaja, aunque superficialmente. Haciendo gala de su astucia, León logra encerrar a Demián dentro de su propio auto, haciéndolo sufrir la burla de los curiosos que se han reunido en torno.
Mientras, en el departamento de Inés, Priscila corre despectivamente a la Iguana, quien se marcha muy dolido. Priscila cree que Inés y Jovana armaron el numerito con la intención de burlarse de ella, por lo que planea desquitarse de ambas. Para comenzar su venganza, Priscila pone una tanga de peluche entre las notas de Inés, cuando ella va visitarlas.
Horas después, en plena clase, a Inés se le cae la tanga, sufriendo desconcierto, la burla de los alumnos y el enfado de Sebastián, que se encontraba presente.
Mientras Antonio guarda en la caja fuerte de su departamento los videocasetes que (en secreto) ha grabado de sus amantes, redescubre un papel que encontró en la gabardina de Demián (se trata del número de teléfono de Cienfuegos); pensando que quizá sería buena idea averiguar en el futuro qué relación tiene esa persona con su sobrino Demián, Antonio guarda el papel en la caja fuerte, junto con los videos. Al mismo tiempo, en los billares, Cienfuegos dice a Demián que su tiempo terminó y que es hora de aplicarle el "correctivo" final. Demián, desesperado, para salvar su pellejo, ofrece robar para Cienfuegos el auto clásico que no pudo obtener antes.
Priscila, continuando con su desquite, va al café y pide a Jovana que llegue temprano a la casa "para platicarle de lo sucedido con la Iguana". Después, convence a León para que tanto él como Marina vayan a casa de los Luna, para que supuestamente puedan aclararle a Jovana que no hay nada entre ellos dos. León llega puntual, seguido de Marina; entonces Marina, a causa de su mala nutrición y las tensiones sufridas últimamente, se desmaya. Priscila, alarmada y morbosa a la vez, sugiere a León que dé respiración de boca a boca a la desfallecida Marina. En eso, llega Sabrina y se queda azorada, pues desde su punto de vista parece que León y Marina se están besando apasionadamente.
Priscila se encarga de que Sabrina no esté presente para cuando Marina se recupera del desmayo (por lo que la niña sigue creyendo que León y Marina sí se estaban besando). Como Jovana aún no ha llegado, Priscila sugiere a Marina que vaya a descansar a su casa. León la acompaña de regreso. Ya a solas, hipócrita, Priscila pide a Sabrina que no cuente a Jovana nada de lo ocurrido, pues ésta se desquiciaría al saber que Marina y León andan juntos, a escondidas de todos. Sin embargo, presa de la ansiedad (y tratando de ayudar), Sabrina termina confesándole a Jovana lo que Priscila le hizo creer que vio; por ello, cuando Marina va de nuevo a casa de Jovana, ésta, fuera de sí y sin más explicaciones, le propina una fuerte cachetada a su mejor amiga.
Como todos los intentos por conseguir dinero para la fianza han sido infructuosos, la policía traslada a Esteban al reclusorio, sin que nadie pueda hacer algo para impedirlo. Catalina se ve forzada a asumir la situación. Inés les ofrece su apoyo incondicional a la familia, pero Catalina se niega a aceptar ayuda alguna.
En su búsqueda del auto que tiene que robar, Demián descubre que la Iguana se esconde en el deshuesadero de los Baldomero. Llama a Vinnie para decirle que ya sabe dónde localizar al cholo. Al día siguiente, Demián lleva a los Montijo al deshuesadero (la Iguana no se encuentra en ese momento). Como Milagros sí se encuentra, los Montijo actúan con lujo de violencia contra ella. Poco después llega Conrado y también a él lo golpean, dejando inconscientes a ambos... o tal vez muertos. Demián, enojado y sintiéndose culpable por lo que ha provocado, despedaza con un mazo el Mustang de León, quien con muchos trabajos había preparado el vehículo con la intención de venderlo posteriormente, y así obtener dinero para pagar la fianza del papá de Jovana.
Minutos después, Vinnie, Valente y Demián huyen, abandonando a su suerte los cuerpos de Milagros y Conrado. Minutos más tarde, León y la Iguana llegan al deshuesadero; ahí descubren primero el auto destrozado y luego, dos cuerpos inermes. Al parecer, Milagros está muerta. La Iguana sufre angustia y desesperación al ver lo que le han hecho a su madre.